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152 años con Madre Josefa

18 enero, 2024

1. DIOS ES AMOR

Dios es amor y ama apasionadamente a sus criaturas. La Venerable Madre Josefa, experimentó vivamente este amor, por eso pudo exclamar: “Me veo envuelta en una nube de amor, llena de Dios”.

Un amor nacido del verdadero AMOR, cuya fuente y manantial es Dios, no puede quedar encerrado en sí mismo. Cuando Dios ama brota la vida; su amor es creador.

El corazón de la persona, que como M. Josefa se siente amada por Dios, no puede hacer otra cosa que amar. Amar la vida en toda su realidad. La creación entera queda tocada por este rayo divino que se irradia desde Dios a través de la persona, para hacerse concreto en todo su entorno.

Este rayo de amor divino se manifestó en la vida de M. Josefa, por eso amó la naturaleza, los niños, los jóvenes y todas las personas que tuvieron la dicha de convivir con ella.

Así resumía su vida: “Yo no sé más que amar y si otra manera supiera de hacer la voluntad de Dios, la haría”.

HABLA LA VENERABLE MADRE JOSEFA

Y a vosotros niños, os pido que durante esta semana tengáis presente que Dios os ama y que cuenta con vosotros, para hacer felices a las personas con las que convivís.

ORACIÓN

Señor, Tú que hiciste tan feliz a M. Josefa al concederle el gozo de experimentar tu amor y comunicarlo a los demás, haz que llegue a nuestros corazones ese mismo gozo, para que al sentirnos amados por ti, amemos de verdad a nuestros padres, hermanos, abuelos y compañeros.

2. IMPORTANCIA DE LA ORACIÓN

La mayor felicidad de la Venerable Madre Josefa era estar junto a Dios en la oración. Desde niña pasaba muchos ratos en silencio y oración en la capilla, junto al sagrario. Allí escuchaba a Dios y le contaba sus deseos y problemas y allí recibía la luz para conducir su vida de acuerdo con lo que Dios quería de ella. Tenía especial cuidado de que la lámpara del sagrario no se apagara y sobre todo de que la luz que descubría en los ratos de diálogo con el Señor se manifestara en su relación con los demás. Por eso era obediente en casa y responsable en el colegio, poniendo especial empeño en ayudar a quien más lo necesitaba. Ella resumía así su vida: “Soy feliz siempre, donde voy llevo la alegría conmigo”.

HABLA LA VENERABLE M. JOSEFA

Hoy os pido, mis queridos niños, que durante esta semana busquéis momentos de silencio y oración, para escuchar lo que Dios quiere de vosotros y que le confiéis vuestros secretos porque nadie como él os puede comprender y ayudar.

ORACIÓN

Señor, el tiempo que se vive en oración es un tiempo de oro. Derrama tu gracia sobre los niños del Colegio Madre Josefa Campos, Alaquàs; Abad Sola Gandía, San Cristóbal Martir II en Picassent; Ntra. Sra. del Pilar Masya (Nicaragua)

San Rafael Copa Cabana (Colombia); Casa de Acogida M. Josefa Campos Casma (Perú) para que descubramos que estar contigo en oración es maravilloso, que vale la pena escuchar tu voz para poder caminar por el camino de la felicidad y sobre todo para descubrir que Tú eres un Padre bueno que siempre está a nuestro lado.

3. COFIANZA EN EL SEÑOR

La Venerable Madre Josefa fue una persona de fe profunda en Dios. Estaba segura de que Él la amaba y quería lo mejor para ella; por eso no se acobardaba cuando tenía dificultades, pues sabía que Dios estaba con ella y confiaba plenamente en Él. En una ocasión en la que tenía un grave problema, y ella y las Hermanas lo estaban pasando muy mal, les dijo: “Hijas, no temáis, Dios está con nosotras y nada nos ha de faltar. Si tenemos al Señor. ¿Qué más queremos?

Fundar una Congregación sin medios materiales y en momentos de crisis económica, no fue nada fácil, pero la fe de M. Josefa y la confianza de que Dios estaba con ella, le dieron fuerzas para seguir adelante y superar las dificultades, a pesar de tener que sufrir mucho.

Con frecuencia decía: “Señor, tu providencia y mi fe mantendrán la Obra en pie”

HABLA LA VENERABLE M. JOSEFA

Mis queridos niños, hoy os pido que estéis atentos en las clases de Religión para conocer más a Dios, que recéis con devoción y que asistáis los domingos a la celebración de la misa, pues es la principal celebración de nuestra fe.

ORACIÓN

Señor, la fe es el gran regalo de tu amor, la vida es diferente cuando está impregnada de fe; ella nos da seguridad en las decisiones difíciles, pues sabemos que Tú nos apoyas y estás a nuestro lado. Aumenta nuestra fe y fortalece nuestra voluntad para que busquemos los medios que favorecen su crecimiento como son: la escucha de la Palabra de Dios, la oración y la celebración litúrgica.

4. SIEMPRE HIZO LA VOLUNTAD DE DIOS

“Mi alimento es hacer la voluntad del que me ha enviado”. Estas palabras de Jesús fueron vividas íntegramente por la Venerable Madre Josefa. Siempre procuró hacer lo que entendía era voluntad de Dios, aunque en muchas ocasiones ésta fuera muy difícil y dolorosa.

En los comienzos de la fundación ciertas personas importantes no comprendían que M. Josefa fundara una Congregación para dedicarse a la catequesis y acoger niñas huérfanas en sus casas, le aconsejaban que hiciera otras cosas; pero Madre Josefa tenía muy claro que lo más importante para ella era que los niños conocieran y amaran a Dios pues así crecerían como personas felices y responsables y contribuirían a formar una sociedad más parecida a la que Dios quiere: una gran familia de hijos de Dios y de hermanos.

Era tal su deseo de hacer la voluntad de Dios que con frecuencia les decía a las Hermanas: “Pedid al Señor, hijas mías, para que nunca deje de cumplir en todo su divina voluntad “.

HABLA LA VENERABLE M. JOSEFA

Mis queridos niños, esta semana os pido que dediquéis el tiempo necesario al estudio y ya veréis cómo el cumplimiento del deber da mucha alegría.

ORACIÓN

Señor, tú quieres siempre lo mejor para nosotros; así lo comprendió M. Josefa desde niña y en la medida de sus posibilidades buscó hacer siempre lo que entendía era del agrado de Dios.

Te pedimos por todos los niños de nuestros colegios para que nos ayudes a descubrir lo que deseas de cada uno y, nos des la fuerza necesaria para saber decir “no” a todas las cosas que parecen agradables pero que no nos ayudan a ser verdaderamente felices.

5. HIJA DE DIOS

En el Evangelio de San Juan leemos estas palabras de Jesús: “Padre glorifica a tu Hijo, para que tu Hijo te glorifique a ti”.

Jesús vivió y experimentó el gozo de saberse el Hijo de Dios y manifestó con su vida y su palabra cómo es el Padre Dios y cómo deben ser sus hijos.

La Venerable Madre Josefa también experimentó en su vida la alegría de sentirse hija de Dios y así lo expresaba: “Cada instante de nuestra vida debe ser un suspiro de amor de hija para con su Padre”.

Este amor de hija le ayudaba a transformar cada una de las jornadas de trabajo, aún el más sencillo y rutinario, en jornadas de gracia. Todo el trabajo tenía sentido ya que todo lo orientaba a Dios y lo convertía en canto de alabanza. Lo que daba armonía y unidad a su vida era el saber que Dios la amaba como Padre y ella le correspondía viviendo como verdadera hija.

HABLA LA VENERABLE M. JOSEFA

Hoy os digo de corazón, procurad hacer siempre el bien, pues ese es el verdadero camino para ser felices y pedidle a Jesús que os ayude a descubrir ese camino.

ORACIÓN

Señor, que alegría se experimenta al saber que somos hijos e hijas tuyos, ese gozo llena totalmente nuestro corazón porque como decía San Agustín, lo hiciste para ti y sólo descansa en ti.

Te pedimos que nos ayudes a experimentar el gozo de sentirnos hijos tuyos y ese gozo nos anime a vivir como verdaderos hijos, buscando hacer siempre lo que a ti te agrada.

6. SER PARA LOS DEMÁS

En la vida de la Venerable Madre Josefa destaca de forma notable su preocupación por los más necesitados. No le importaba quedarse sin comer para remediar el hambre de los demás.

Siendo niña llamó a la puerta de su casa un pobre, y ella lo atendió; al preguntarle dónde vivía y si tenía hijos, supo que vivía en Torrente y que tenía dos hijas, pero que la madre había muerto; quedó tan impresionada al pensar en las dos niñas sin madre que no descansó hasta conseguir que sus tías fueran a verlas y a llevarles comida y ropa.

Desde los comienzos de la fundación recibió en sus casas un grupo de niñas huérfanas y las atendía como una madre. Esta inquietud por atender a los más necesitados se extendía a distintos campos; siempre que se enteraba de que había alguna familia pobre con un enfermo, no dudaba en llevarles alimentos que, más que sobrarle, los necesitaba para el sustento de la comunidad.

Su corazón fue un corazón bondadoso, abierto a Dios y a la vez sensible para escuchar las necesidades de los demás.

HABLA LA VENERABLE M. JOSEFA

Hoy os quiero pedir que seáis siempre solidarios con los que tenéis cerca y generosos cuando se realizan las campañas del Domund y la del Hambre.

ORACIÓN

Señor, tú nos amas como Padre y deseas que vivamos como hermanos. Te pedimos para que despiertes en nosotros sentimientos de solidaridad con los más necesitados y para que sepamos renunciar a nuestros caprichos cuando se solicita nuestra colaboración en las Campañas solidarias. Danos un corazón bondadoso y generoso como el de Madre Josefa.

7. BONDAD DE CORAZÓN

La bondad como el amor nacen de Dios, “sólo Dios es bueno”, le dice Jesús al escriba. Madre Josefa fue modelando poco a poco su persona según el corazón de Dios. A pesar de tener un carácter enérgico, el contacto con el Dios bueno en la oración, la fue transformando hasta tal punto que la bondad y serenidad parecían cualidades naturales en ella. Todo su ser irradiaba estas virtudes. Era suficiente su presencia para calmar los ánimos y serenar los momentos de tensión.

Entre las niñas internas con frecuencia había algunas especialmente inquietas y nerviosas. El sólo hecho de llevarlas donde trabajaba Madre Josefa era suficiente para calmarlas sin necesidad de ningún castigo; su mirada serena y sus palabras amables y tiernas tenían el efecto de un verdadero tranquilizante.

HABLA LA VENERABLE M. JOSEFA

Esta semana os pido que seáis amables con todos, sin que salga de vuestra boca ninguna palabra que ofenda a los compañeros. Procurad controlar los arranques de genio; la paz es mucho más importante que los enfados.

ORACIÓN

Señor, vivimos en un mundo demasiado violento y agitado que invita a la violencia y no favorece las buenas relaciones con los demás, discutimos por pequeñas cosas y hasta nos agredimos.

Te pedimos que siembres en nuestro corazón semillas de bondad y de paz, para que seamos como Madre Josefa, bondadosos y pacíficos. Haznos valientes para no dejarnos llevar de la violencia y superar el enfado con el perdón.

8. SABER ELEGIR

Cuando la Venerable Madre Josefa tomó la decisión de fundar la Congregación de Operarias Catequistas sintió que era una empresa muy difícil para ella, que no la podría llevar adelante y que iba a enfrentarse a muchos problemas. Su decisión se mantuvo hasta el final porque experimentó que Dios estaba a su lado dándole fuerza y valor. De dónde conseguía esta fuerza nos lo dice ella misma: “Señor, haré todo lo posible y pediré fuerzas para lo imposible, con tal de darte gloria”.

Siempre que hemos de tomar una decisión comprometida o elegir un camino necesitamos una buena dosis de valor para no dar marcha atrás y seguir adelante.

Madre Josefa nos cuenta lo que le ocurrió en una ocasión en la que se le acumulaban las dificultades. “Estando en oración me ha parecido que el Señor me mostraba un monte muy alto y lleno de espinas y malezas; pero, al mirarlo elevado y difícil, vi como si el Señor desde la cumbre me tendiera sus brazos para sostenerme. Esto me alienta y digo: Si Dios está conmigo, ¿a quién temeré? Dame, Señor, fuerzas. Aumenta mi fe.”

Saber elegir supone también dejarnos conducir y acompañar por quienes nos pueden ayudar y orientar; es importante dejar de lado todo lo que nos puede desviar del buen camino. Y si en ese camino, como Madre Josefa, sentimos a Dios, nuestro empeño será mucho más firme y seguro.

HABLA LA VENERABLE M. JOSEFA

Hoy mis queridos niños os digo: mucho ánimo, sólo los valientes llegan a la meta y los que ponen los medios necesarios para conseguir lo que se proponen. Dios camina con vosotros, tened siempre esto presente y sentiréis esa ayuda.

ORACIÓN

Señor, caminar solos es aburrido y triste. Resulta estupendo caminar con buena compañía. Madre Josefa nos dice que Tú eres el mejor compañero, y que contigo nunca sentiremos temor y cobardía.

Hoy te pedimos que nos ayudes a ser constantes en todo lo bueno que nos propongamos, sobre todo en los estudios, que las dificultades no nos acobarde. Las cosas difíciles resultan más fáciles cuando contamos contigo y ponemos interés y esfuerzo.

9. SIEMPRE DEVOLVIÓ BIEN POR MAL

Las personas que ponen especial empeño en imitar a Jesús, lo hacen hasta en las cosas más difíciles.

Jesús nos dice en el Evangelio de San Lucas: “Amad a vuestros enemigos, haced bien a los que os odian, bendecid a los que os persiguen” (Lc. 6,27).

Estas palabras las tuvo muy presentes en su vida la Venerable Madre Josefa; así lo prueban muchos hechos de su vida.

Un día, un sacerdote hizo un comentario desfavorable de la misión y trabajo de las Operarias Catequistas y le dolió mucho a Madre Josefa. La respuesta a este desprecio de su obra fue enviarle una tarta de dulce como obsequio. Este hecho, no fue algo aislado en su vida; con frecuencia enviaba cestas de naranjas del huerto y otros obsequios a las personas que, como este sacerdote, no comprendían la misión del Instituto fundado por ella, y la insultaban y despreciaban.

Amar a los que nos valoran y aprecian es fácil, pero amar a quienes nos hacen sufrir sólo es posible si Dios nos ayuda y hemos experimentado que Él nos ama aun cuando nosotros no somos como a Él le agrada. Nuestros fallos no disminuyen su amor, y por lo tanto los fallos de los demás no deben justificar nuestra falta de amor.

HABLA LA VENERABLE M. JOSEFA

Hoy os pido de manera especial que superéis aquellas cosas que os impiden ser amigos de todos y que le pidáis a Jesús que os enseñe a amar a los demás lo mismo que él los ama.

ORACIÓN

Señor, tú sabes que nos resulta difícil amar a todos y de modo especial a los que nos causan algún daño, pero Tú deseas que no le pongamos límites al amor, puesto que Tú no se lo pones.

Te pedimos que llenes de tu amor nuestro corazón para que amemos a todos sin excluir a nadie, para que no haya compañeros que sufran porque los demás no los aceptan y los desprecian. Ayúdanos a crecer en la verdadera amistad.

10. ESCUCHAR LA VOZ DE DIOS

La venerable Madre Josefa desde niña estuvo atenta a lo que Dios le decía en su interior. Tenía muy presentes las palabras del Apóstol San Pablo: “Los que se dejan guiar por el Espíritu son hijos de Dios”.

Madre Josefa tenía dos tías solteras que adoraban a su sobrina. Se la llevaban con ellas siempre que podían y la obsequiaban con pequeños regalos. Con motivo de las fiestas patronales de Alacuás, sus tías le habían comprado el traje típico de valenciana y estaban entusiasmadas vistiéndola para llevarla a la fiesta. La niña permanecía en silencio dejándolas disfrutar engalanando a la sobrina. Fue en ese momento, cuando escuchó en su interior una misteriosa voz que le decía: “Josefa, esto no es para ti”. Ella no comprendió aquellas palabras, pero le impresionaron y las recordaba siendo mayor. Era la primera llamada del Señor para que dedicara su vida a las cosas de Dios.

Para escuchar a Dios necesitamos estar en silencio, de esta manera lo mismo que hizo con Madre Josefa nos irá comunicando lo que quiere de nosotros. En el silencio habla Dios al corazón.

HABLA LA VENERABLE M. JOSEFA

Dios no habla solamente a los mayores; se complace en hablar a los niños y sencillos. Buscad momentos de silencio y pedidle a Dios que os dé la luz que necesitáis para caminar por el camino que desea para vosotros.

ORACIÓN

Señor, lo mismo que hiciste con los apóstoles y con Madre Josefa ayúdanos a dejarnos conducir por la voz que Tú pronuncias en nuestro interior. No permitas que el ruido de la vida nos distraiga y no nos deje escucharte. Con el niño Samuel te decimos: “Habla Señor que queremos escucharte”.

11. ENVIADA A EVANGELIZAR

En el Evangelio de San Lucas leemos estas palabras que se refieren a Jesús: “El Espíritu Santo me ha enviado a evangelizar”.

Guiada por el Espíritu Santo, la Venerable Madre Josefa descubrió también la misión a la que Dios la llamaba: anunciar en la catequesis el mensaje de Jesús, para que niños y jóvenes conocieran al Dios amor.

Madre Josefa sabía que la fe es un regalo de Dios y que la semilla de la Palabra que ella iba a sembrar en el corazón de niños y jóvenes tenía que ser regada y cuidada por el mismo Dios. Por eso, antes de comenzar las catequesis, rezaba para que el Espíritu Santo preparase el corazón de los que iban a escucharla y para que pusiera en sus labios la palabra adecuada. La oración la acompañaba con el siguiente texto que los niños y catequistas cantaban:

Alúmbranos ¡ Oh Espíritu Divino!

inflámanos en tu santo amor,

enséñanos la palabra divina,

y grábala en nuestro corazón.

Se dejaba conducir por Dios y dejaba que Dios actuase en ella. Este era su deseo y así lo expresaba: “Seamos cera blanda en las manos de Dios”.

HABLA LA VENERABLE M. JOSEFA

Hoy os recomiendo que, al levantaros cada día, le pidáis al Espíritu Santo que os ilumine y os ayude a realizar lo que más le agrada a Dios.

ORACIÓN

Ven Espíritu Santo sobre cada uno de nosotros y ayúdanos a realizar el bien que hoy debemos hacer, tanto en la clase como en nuestra casa. Que este día lo vivamos en paz con todos y seamos responsables en nuestras obligaciones. Amén

12. LA HUMILDAD

Aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón”.

Estas palabras de Jesús hicieron especial eco en la vida de la Venerable Madre Josefa. Una persona que la conoció dice de ella: “Copió de su madre la bondad, la laboriosidad y la humildad y sencillez, y sobresalieron en ella de forma admirable”

Ser humilde es, en boca de Santa Teresa, “andar en verdad”, es decir, reconocer sencillamente lo que somos, tanto las aptitudes positivas como los defectos, sin creerse por encima de los demás ni sentirse triste por aquello que nos falta.

La Madre Josefa estimaba mucho la humildad en ella y en los demás y decía: “La persona humilde es el encanto de Dios”.

La humildad supone aceptar lo que somos como regalo de Dios, como lo expresa la Virgen María en el Magnificat, reconoce lo que Dios ha hecho en ella y le da gracias. La persona humilde se acepta como es y no se siente orgullosa por sus cualidades; sabe que Dios se las ha dado para ponerlas al servicio de los demás. Así lo vivió Jesús y también Madre Josefa y lo expresaba con su vida y palabras cuando alguna de las Hermanas se sentía satisfecha por algún triunfo conseguido, o por haber sacado muy buenas notas. Les decía: “El Señor no quiere servirse de los grandes talentos si no van acompañados de la verdadera humildad”.

HABLA LA VENERABLE M. JOSEFA

Hoy os pido que os aceptéis como sois y que deis gracias a Dios por todo lo bueno que ha puesto en cada uno. Sobre todo os recomiendo que nunca despreciéis a ningún compañero presumiendo de que vosotros sois mejores.

ORACIÓN

Señor, tu que diste a Madre Josefa el conocimiento de lo mucho que te agradan las personas humildes, y le concediste el gozo de reconocer sus cualidades sin creerse dueña de ellas, hoy te pedimos que nos ayudes a ser humildes, a saber aceptar a los compañeros sin despreciar a ninguno y a no sentir envidia pensando que otros son más listos que nosotros.

13. LA SENCILLEZ

Un día Jesús hizo esta oración: “Padre te doy gracias porque has ocultado estas cosas a los sabios y se las has revelado a los sencillos”.

Las personas sencillas siempre dicen la verdad; en su vida no cabe el engaño; se manifiestan tal como son; no son orgullosas y se relacionan con la misma naturalidad con todas las personas en un clima de respeto y cercanía.

La Venerable Madre Josefa fue una mujer sencilla en todos los sentidos. Sus palabras eran también sencillas y con el mismo lenguaje hablaba a las personas doctas como a las menos cultas, pues según ella decía: “La gran sabiduría no está en decir palabras rebuscadas, sino en dejarse entender por todos”.

Las personas que la visitaban la encontraban siempre dispuesta a escuchar y ayudar. Tenía esa sabiduría de la que habla Jesús y, tanto las personas cultas como las personas con menos saber intelectual, sabían que al consultarle sus problemas iban a encontrar una madre que les escuchaba y una palabra adecuada para su situación.

Siendo niña la llevaron sus tías a ver una corrida de toros sin el consentimiento de su madre. Al regresar, las tías le dijeron que no contara nada a su madre. Cuando llegaron, la madre le preguntó dónde habían estado, y ella con la mayor ingenuidad le dijo: ”Mare he vist bous y flocs”. Ni siquiera la advertencia de las tías consiguió que mintiera.

HABLA LA VENERABLE M. JOSEFA

Hoy os pido que os acostumbréis a decir siempre la verdad, que no digáis mentiras ni siquiera cuando os pueda llegar algún castigo. Las personas que mienten no son de fiar.

ORACIÓN

Señor, tú nos quieres tal como somos y deseas que así nos manifestemos. Te pedimos que nos ayudes a superar el deseo de engañar y haz que de nuestra boca siempre salga la verdad.

14. POBREZA

Bienaventurados los pobres en el espíritu porque de ellos es el Reino de los cielos”.

La pobreza evangélica es algo más que carecer de bienes materiales. La Venerable Madre Josefa fue pobre, no por carecer de bienes (aunque también en muchos momentos experimentó esta carencia) sino porque vivió pobremente y utilizó los bienes materiales que adquirió con su trabajo y el de las Hermanas, de forma solidaria y siempre los tuvo a disposición de los más necesitados.

Vivió desprendida de ellos y, cuando veía una necesidad, no dudaba en ayudar aunque ella lo necesitase pues estaba convencida de que Dios es providente y no se deja vencer en generosidad.

Para ella la verdadera riqueza y el verdadero tesoro era Dios; lo demás era relativo. Por eso decía: “Sólo ansío vivir toda para Dios”.

HABLA LA VENERABLE M. JOSEFA

En esta semana os pido que no gastéis dinero en cosas innecesarias y que os privéis de comer chucherías para poder compartir lo ahorrado en causas más importantes.

ORACIÓN

Señor, Tú que siendo rico te hiciste pobre para enriquecernos a nosotros con el ejemplo de tu vida, ayúdanos a saber utilizar nuestros bienes materiales de forma solidaria, a no ser egoístas y caprichosos y a respetar las cosas de los demás.

15. TODO PARA LA GLORIA DE DIOS

He manifestado tu nombre a los que me has dado” (Jn. 17, 6)

Imitando a Jesús, la Venerable Madre Josefa orientó toda su vida a la gloria de Dios. Dar gloria a Dios es reconocer su acción en cada ser. Valorar sus obras, su amor, su bondad, es vivir reconociendo que en cada obra de la creación se manifiesta su amor y su bondad; es vivir agradeciendo que habita en nosotros y que todo el bien que hay en nosotros es la manifestación de su presencia.

Consciente de esta realidad Madre Josefa decía: “Desead y procurad el bien de los demás y la gloria de Dios”. Y recomendaba a las hermanas que dejasen que Dios actuara en ellas y no le ataran nunca las manos, es decir, que siempre estuvieran dispuestas para realizar el bien.

HABLA LA VENERABLE M. JOSEFA

Hoy os quiero pedir que os acordéis de dar gracias a Dios por el regalo de la creación, por la vida que os ha dado y por las buenas cualidades que tenéis.

ORACIÓN

Señor, tú eres maravilloso y te manifiestas en todo lo que has creado. Te pedimos que nos ayudes a valorar todo el bien que tenemos y disfrutamos, el amor de nuestros padres, la amistad de nuestros compañeros y la dedicación que nos prestan nuestros profesores.

16. LA LIBERTAD

La persona que como la Venerable Madre Josefa acepta su propia realidad, descubre sus valores y goza de ellos, reconoce sus fallos con serenidad sin hacer drama y es una persona libre. Libre para descubrir que no hay nada más bello y más natural que poner los propios dones al servicio de los hermanos. Libre para actuar desde su propio criterio aunque no sea del agrado de los otros. Libre para seguir el camino que Dios le va marcando aunque los demás le pongan dificultades.

Estas son las personas capaces de realizar proyectos importantes sin dejarlos a medias. En ellas Dios realiza su plan de salvación, y gracias a ellas las semillas del bien continúan germinando y dando fruto.

Madre Josefa estaba convencida de que Dios la llamaba a realizar la misión de la catequesis y no retrocedió en ningún momento a pesar de las muchas dificultades, fue libre en su decisión y actuó libremente en todo momento, el convencimiento de que Dios la llamaba pudo más que los impedimentos, así lo prueban sus palabras: “No somos nosotras las que hemos de hacer, sino Dios nuestro Señor valiéndose de nosotras, si le somos fieles”.

HABLA LA VENERABLE M. JOSEFA

Hoy os pido que actuéis siempre en libertad, tomando vuestras decisiones desde lo que entendáis es lo mejor; pensad las cosas antes de tomar decisiones y nunca dejéis de hacer el bien por cobardía.

ORACIÓN

Señor, ayúdanos a saber hacer buen uso de la libertad, y a no dejarnos llevar por nuestros caprichos ni por lo que digan los demás.

17. RESPONSABLE Y TRABAJADORA

Desde niña la Venerable Madre Josefa tuvo un alto sentido de la responsabilidad, era constante en la realización de sus compromisos y obligaciones. Cuando el sacerdote de la Parroquia le encargó que cuidara que estuviese encendida la lámpara del sagrario, tuvo un exquisito interés de que nunca faltara el aceite y así quedaba garantizado que la lámpara permanecería encendida. Lo mismo ocurrió con el compromiso que ella adquirió de ir cada tarde a casa de una anciana para hacerle un rato de lectura; por nada del mundo dejaba de cumplir estas y otras obligaciones. Por encima de las ganas de jugar, que como niña eran muchas, estaba el cumplimiento del deber, las tareas propias del estudio y de la casa. Sabía organizarse y así llegaba a todo.

La vida le fue enseñando que la persona responsable debe trabajar pues el trabajo es un medio para realizarse y colaborar en la construcción de nuestro mundo. En el primer Directorio que escribió para redactar el estilo de vida de la Congregación decía así: “Las Operarias Catequistas, a imitación de los antiguos monjes, han de vivir del trabajo de sus manos”.

HABLA LA VENERABLE M. JOSEFA

Hoy quiero que seáis responsables en el estudio y que colaboréis en las tareas de la casa, sin necesidad de que vuestros padres os lo tengan que repetir.

ORACIÓN

Señor, las personas responsables en su trabajo consiguen las metas que se proponen. Te pedimos que nos ayudes a crecer en responsabilidad y a no dejar nunca para mañana lo que debemos hacer hoy.

18. LA FE MUEVE MONTAÑAS

Si tuvierais fe como un grano de mostaza, le diríais a aquella montaña que viniera y vendría. Nada os sería imposible” (Mt. 17,19).

La vida de la Venerable Madre Josefa estuvo marcada por una fe y confianza plena en Dios. Desde niña creció en un ambiente de fe y puso especial empeño en el cultivo de este regalo de Dios. Así llegó a experimentar cómo se hacían realidad en su vida las palabras de Jesús.

Desde un internado de niñas pobres de Madrid solicitaron pasar en la casa de Alacuás unos días de convivencia; la sorpresa fue que vinieron más niñas de las que habían acordado. La comida se había hecho para el grupo reservado y ya estaba hecha cuando llegaron. Las Hermanas se pusieron un poco nerviosas pensando que iba a faltar comida. Madre Josefa intentaba tranquilizarlas convencida de que todo saldría bien; tomó ella misma el cazo y comenzó a servir los platos. La Hermana que los servía en el comedor al observar que los llenaba mucho suplicó a la Madre que no los llenase tanto pues temía que faltase comida. Madre Josefa, sin inmutarse, continuaba sirviendo de la misma manera ya que sabía que esas niñas necesitaban comer bien pues habían pasado mucha hambre.

Al terminar de servir a todas y observar la referida Hermana que no quedaba nada en el puchero cayó de rodillas pidiendo perdón por su falta de fe. No fue esta la única ocasión en la que Madre Josefa experimentó que la fe hace milagros.

HABLA LA VENERABLE M. JOSEFA

La fe hace que la vida tenga un sentido especial. hoy os pido que cuidéis vuestra fe, que no os despistéis de las cosas de Dios.

ORACIÓN

Señor, te pedimos como los apóstoles: “aumenta nuestra fe”, y ayúdanos a saber cuidar todo lo que nos ayude a crecer como cristianos y a vivir como lo hizo Madre Josefa, poniendo toda su confianza en Ti.

19. LA PAZ

Bienaventurados los pacíficos, porque ellos serán llamados hijos de Dios”. (Mat. 5, 9)

La paz es el resultado de una vida que vive en armonía consigo misma y con su entorno. Es el fruto de una persona que ha conseguido equilibrar todas las fuerzas internas de la persona.

La Venerable Madre Josefa tenía un temperamento fuerte, pero consiguió tal dominio de sí misma que aparentemente manifestaba ser una persona pacífica. Mantenía la serenidad y la calma hasta en los momentos má tensos y difíciles, incluso cuando personas contrariadas la increpaban e insultaban.

Ella conocía los medios para conseguir la paz verdadera y se la recomendaba a las hermanas. Así lo expresan sus palabras. “Amad, orad y trabajad y no dudéis que el Señor ha de favorecer a todas, dándoos a sentir esa paz que nada ni nadie os puede dar”.

Una persona que la conoció la describe así: “Irradiaba armonía en todo su ser, fruto de una paz interior, de una serenidad de espíritu y de un equilibrio espiritual propio de las personas que están llenas de Dios”.

HABLA LA VENERABLE M. JOSEFA

Que maravilloso sería un mundo poblado de seres pacíficos. ¿Verdad que os gustaría vivir en él? Pues en vuestras manos está el que haya menos violencia. Comenzad cada uno de vosotros por ser creadores de paz y veréis cÓmo cambia el ambiente de vuestra casa y del Colegio.

ORACIÓN

Señor, ayúdanos a ser constructores de paz, a no dar paso a la violencia, a saber resolver los problemas de forma pacífica, desde el diálogo y desde el perdón. Devolviendo bien por mal, como Tú nos enseñaste y como vivió Madre Josefa.

20. AMAR A LA MEDIDA

La Venerable Madre Josefa supo amar de tal manera que cada persona se sentía comprendida y valorada. Era un amor el suyo, que irradiaba ternura, comprensión, respeto y cercanía, y lo hacía de modo que cada persona tenía la experiencia de sentirse amada a su medida, de forma exclusiva para ella.

Una persona que conoció a Madre Josefa, afirma de ella: “Jamás tuvo acepción de personas: todos se sentían amados por la Madre con amor de predilección”.

Este proceder era el fruto de que Madre Josefa, previamente, había experimentado que Dios así la amaba a ella. Quien ha experimentado en su vida el amor de Dios personal, no puede hacer otra cosa que amar de la misma manera cuanto le rodea. Es la respuesta coherente de manifestar ese amor a cuantos viven a su lado.

HABLA LA VENERABLE M. JOSEFA

Yo me sentía muy feliz cuando veía felices a los demás. Lo más importante es sentirnos amados por los que nos rodean. No resulta difícil amar a cada persona, cuando conocemos lo que necesita. Procurad ser felices amando. Eso es lo que Dios hace y desea que hagamos.

ORACIÓN.

Señor, tú amas a todo lo que has creado y eso mismo deseas que hagamos nosotros. Ayúdanos a comprender a los que viven a nuestro lado y a saber darles lo que más necesitan, lo mismo que hizo Madre Josefa

21. LA VERDADERA ALEGRÍA

La Venerable Madre Josefa irradiaba en su semblante una alegría estable y profunda. Se sentía feliz y eso se dejaba ver en su cara. Dios llenaba su vida y Dios es alegría.

Madre Josefa vivía alegre y deseaba y ponía los medios para que los demás también estuvieran alegres. Con frecuencia decía: “Cuando veo una cara triste, veo dentro algo negro”. La alegría que ella deseaba, principalmente, es la que brota de hacer el bien, de saber interiormente que estamos haciendo lo que quiere Dios, la alegría de vivir en amistad con todos, de haber cumplido con nuestras obligaciones. Esa alegría hace poco ruido, pero es la más intensa, llena nuestra vida y nos hace sentirnos felices.

Madre Josefa era una persona responsable de sus obligaciones, pero comprendía que las personas, y de modo especial los niños, necesitan hacer fiesta y jugar, por eso organizaba juegos y obras de teatro con ellos. Era feliz viendo felices a los niños. Ser buenos no significa ser aburridos. El bien es amigo de la alegría. Dios nos quiere felices y responsables, alegres por dentro y por fuera.

HABLA LA VENERABLE M. JOSEFA

Como veis yo era una persona feliz y eso mismo deseaba para todos. Hoy quiero pediros que seáis portadores de sonrisa y alegría en vuestra casa y en el Colegio. Decid “ no”, a las caras largas y tristes.

ORACIÓN

Señor, danos a gustar la verdadera alegría, la que nace de hacer el bien y compartir con todos la amistad. Ayúdanos a comunicar esta alegría en nuestra familia y en el colegio.

22. EN LA CRUZ DE JESÚS

Si el grano de trigo cae en tierra y muere da mucho fruto”.

Cuando oímos hablar de cruz nos parece algo muy penoso, sin embargo Madre Josefa decía: “La cruz no tiene amarga nada más que la corteza”. Cruz es todo aquello que nos cuesta o nos produce dolor. Jesús llevó una muy grande pero lo hizo de tal manera que en ningún momento perdió la paz, pues estaba convencido de que hacía lo que era mejor para nosotros y lo que Dios deseaba.

Sufrir por hacer el bien a los demás y a uno mismo, da paz interior. El dolor que produce una enfermedad o un problema familiar vivido como Jesús y Madre Josefa nos abre a la confianza de que Dios está con nosotros y nos ayuda. Esa confianza nos da esperanza de que todo se superará. Esta experiencia le hacía exclamar a Madre Josefa: “Qué dulce satisfacción se experimenta después de un esfuerzo hecho por amor de Dios”.

HABLA LA VENERABLE M. JOSEFA

Como habéis ido viendo, mi vida no fue nada fácil. La cruz estuvo en muchos momentos a mi lado pero os puedo decir que Dios no me abandonó y en Él puse toda mi confianza. Lo mismo os digo a vosotros, siempre que tengáis un problema ponedlo en las manos del Señor y veréis como lo vivís de otra manera.

ORACIÓN

Señor, tú nos has enseñado que la cruz conduce a la vida, a la resurrección; que si se vive con Dios no acaba en el fracaso. Ayúdanos a esforzarnos en todo lo que nos ayuda a crecer en el bien y a poner en tus manos nuestros problemas para que Tú nos ayudes.

23. LIMPIOS DE CORAZÓN

Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios”. (Mt. 5, 8).

La Venerable Madre Josefa tenía una especial sensibilidad para escuchar y entender el lenguaje de Dios y para comprender a las personas dándoles así la palabra y el consejo oportuno a sus necesidades.

Esta intuición es propia de las personas habituadas a escuchar al Señor en el silencio de la oración y a vivir con la limpieza de corazón que Dios les va comunicando. Se transforman así en los oídos de Dios y quienes tienen la dicha de encontrarse con ellas tienen la sensación de que allí se respira algo divino.

Entre las muchas personas que acudían a Madre Josefa para contarle sus problemas y sus alegrías, la visitaba con frecuencia una señora que era madre de diez hijos, con escasos medios económicos y con un sin fin de conflictos; la visitaba incluso durante la guerra, a pesar del riesgo que corría. Después de hablar con ella, decía que en la Madre Josefa encontraba el médico y la medicina. “Me voy, decía al salir, con nuevos ánimos para continuar el calvario diario”

HABLA LA VENERABLE M. JOSEFA

En mi vida siempre procuré mantener el hilo directo con Dios y con aquellas personas que venían a mí, pidiendo consejo. No es que yo me tuviera por sabia, no, más bien todo lo contrario, pero lo que tenía muy claro es que debía escucharlas y hacerles presente que Dios estaba con ellas. Nunca dejéis sola a la persona que os confía un problema.

ORACIÓN

Señor, danos la capacidad de escuchar a los demás que tuvo Madre Josefa y haznos sensibles al sufrimiento de los demás para ayudarles en tu nombre.

24. LA CREATIVIDAD

La Venerable Madre Josefa era una mujer intuitiva y creativa. No se dejaba llevar por la rutina del “siempre igual” y sabía combinar lo cotidiano de manera que pareciese diferente. Le gustaba cambiar la decoración, la situación de los muebles, la ornamentación de la capilla y la manera de realizar el apostolado. Conjugaba muy bien el trabajo con la fiesta, para poner alegría en el trabajo y la misión.

Le gustaba realizar con los niños representaciones de los relatos evangélicos. Esto atraía la atención de los mismos y la comprensión del mensaje. No dudaba en realizar todo aquello que facilitase el que los niños y jóvenes estuvieran contentos en las sesiones de catequesis y a la vez que aprendieran las verdades de nuestra fe cristiana.

Se sentía feliz cuando descubría la creatividad de las Hermanas, sobre todo cuando éstas valiéndose de su ingenio le daban la grata sorpresa de interpretar canciones y poesías compuestas por ellas, con el fin de amenizar los cumpleaños y festividades.

HABLA LA VENERABLE M. JOSEFA

Hoy os quiero animar a que intentéis hacer novedoso el trabajo de cada día. Si os resulta aburrido es porque vosotros no os empeñáis en hacerlo diferente y variado cada día.

¡Ánimo! haber quien de vosotros es más creativo.

ORACIÓN

Señor, tú nos has dado la capacidad de ser creativos y deseas que llenemos de alegría la vida. Ayúdanos a poner el empeño que puso Madre Josefa en superar el aburrimiento y la rutina.

25. CON LA VIRGEN DE LOS DOLORES

La vocación de la Venerable Madre Josefa fue ser religiosa. A los 18 años ingresó en el noviciado que las religiosas Adoratrices tenían en Madrid. Una grave enfermedad le impidió continuar y tuvo que regresar a su casa.

La enfermedad consistía en un tumor en el brazo que por entonces la única solución era amputarlo, y esto, después de un largo sufrimiento de dolor, hasta que los médicos veían que no se podía continuar por más tiempo.

En esta situación Madre Josefa se aclamó a la Virgen de los Dolores y le prometió que si la curaba vestiría siempre su hábito. Un día mientras dormía soñó que la Virgen se acercaba y la curaba, y efectivamente, al despertar su brazo se había curado totalmente.

Como prueba de agradecimiento, Madre Josefa, no sólo vistió su hábito sino que siempre procuró acompañar a María al pie de la cruz para confortar el dolor de su Hijo. Y como Cristo continúa en la cruz con todos los que sufren, Madre Josefa se hizo presente en el dolor de los que vivían a su lado. Vivió con la Virgen de los Dolores sus propios sufrimientos y con ella consoló el de los demás. Así expresaba ella los deseos de estar junto a María: “Desde hoy va a ser la Virgen la que obre en mí de tal manera, que cuando veáis mis obras no penséis soy yo quien obra, sino que es María”.

HABLA LA VENERABLE M. JOSEFA

Hoy os pido que confiéis siempre en la Virgen como una verdadera madre y así podéis estar seguros de su ayuda. Y una cosa muy importante: quered mucho a vuestras madres.

ORACIÓN

Señor, tú experimentaste lo importante que es tener una madre buena. Te pedimos por nuestras madres para que sepan educarnos como lo hizo María contigo y ayúdanos a ser agradecidos por todo lo que hacen con nosotros.

26. MARÍA MADRE DE JESÚS

Elevamos nuestras oraciones al Señor para que derrame sus gracias por el canal de nuestra Madre, Señora y Modelo la Santísima Virgen María, Medianera universal y depositaria de las gracias del Altísimo”.

María es inseparable de Jesús en su obra redentora. Así lo entendió Madre Josefa y por eso quiso tener a María como compañera de camino, para que Ella, como Corredentora, Madre, Señora y Modelo, guiara sus pasos y la alentara en su empeño de identificarse con Cristo y de colaborar en su misión salvífica con su vida y su acción apostólica.

Trató siempre de vivir y de realizar la misión a que se sentía llamada muy unida a María y así, deseaba lo hicieran las Operarias Catequistas insistiéndoles en que no terminasen nunca las catequesis sin hablar a los niños de la Santísima Virgen.

Así mismo les invitaba a imitar las virtudes de María, haciendo especial hincapié en la humildad y delicadeza de la “Fina Señora”, como solía llamar Madre Josefa a la Santísima Virgen. “Vamos a copiar en nosotras, les decía, todas las delicadezas de espíritu de la Fina Señora”.

HABLA LA VENERABLE M. JOSEFA

Imitad a nuestra Madre la Virgen, principalmente, en su humildad y delicadeza en su trato con todos. Sed educados como Ella.

ORACIÓN

Señor, te pedimos que nos ayudes a ser más educados y detallistas con todos. A nosotros nos gusta que nos traten de forma correcta, pues lo mismo hemos de hacer nosotros con los demás.

27. AMOR A LA SABIDURÍA

La Venerable Madre Josefa deseaba aprender y buscaba los medios para crecer en sabiduría y con ella poder realizar mejor su misión.

Llamaba a aquellas personas preparadas en catequética para que impartieran cursos de formación a las Hermanas, y ella era la primera en participar.

Pedía orientación para adquirir los libros más adecuados para el estudio, lectura espiritual y formación teológica, bíblica y catequética.

No reparaba en conseguir los medios más adecuados para formarse ella y las Hermanas, pues deseaba realizar lo mejor posible la misión de la catequesis; aunque en esta misión lo más importante es el testimonio de la propia vida y la sabiduría que se consigue en el diálogo con el Señor, en la oración. Por eso ella no descuidaba estos medios y así lo expresaba: “Ánimo hijas, sed almas de mucha oración, de mucha comunicación con Dios y para ello callad mucho, pues en la soledad y el recogimiento habla Dios al corazón y mucho más haréis con el silencio y la oración que con grandes discursos y preocupaciones”.

HABLA LA VENERABLE M. JOSEFA

Aunque yo no tuve tantas oportunidades de aprender como vosotros, me gustaba mucho aprender para poder ser más útil en todo. Por eso os pido que aprovechéis la oportunidad de estudiar, no perdáis el tiempo y estudiad para saber, no sólo para aprobar.

ORACIÓN

Señor, te damos gracias por las oportunidades que nos has dado para poder estudiar y formarnos. Ayúdanos a aprovechar estas oportunidades y a no cansarnos de realizar los deberes que tenemos como estudiantes.

28. EL PASO A LA VERDADERA VIDA

La Venerable Madre Josefa murió el día 30 de junio de 1950 a los 78 años de edad. Murió con la misma serenidad y paz con la que había vivido. Los últimos años de su vida los pasó con algunos achaques de corazón y pulmones. Pero con la satisfacción de haber gastado su vida en las cosas de Dios. Así lo expresaba ella: “El único consuelo que tengo es el haber consumido todas mis energías en el único ideal de dar gloria a Dios”.

La vida es el gran regalo que Dios pone en nuestras manos para que colaboremos en el proyecto soñado por Él, construir el Reino, es decir, un mundo de hermanos que se sienten hijos de Dios.

Madre Josefa gastó su vida en este empeño y al final de sus días pudo decir como Jesús, “Señor, todo está cumplido según entendí ser tu voluntad y ahora que ya no puedo más, todo lo pongo en tus manos”.

Sin duda al mirar esta realidad experimentaría el gozo de no haber malgastado sus talentos y esta sería la razón por la que su cara aparecía radiante de felicidad y paz de espíritu.

HABLA LA VENERABLE M. JOSEFA

La vida es el gran regalo de Dios, todos vosotros habéis recibido con ella muchas oportunidades y una capacidad para poder colaborar en la construcción de un mundo más fraterno y menos violento. Si sois capaces de poner en práctica lo que Dios espera de vosotros, experimentaréis un gozo inmenso que vale más que todas las riquezas. No dejéis por hacer todo aquello que sois capaces.

ORACIÓN

Señor, Tú que concediste a Madre Josefa el don de la fe y el deseo de trabajar para que todos te conocieran y amaran, concédenos, por su intercesión, tener esos mismos deseos y esforzarnos para construir un mundo de amor y de paz.

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